Tuesday, September 09, 2008



Bueno, bueno, se está viniendo el final, mis estimados. Muchas cosas comienzan a definirse. ¿Qué pasará con Elizabeth? Sígannos leyendo.

8- El inicio del fin

Los pasos de la joven de cabello bermejo eran suaves y silenciosos. Aun en la inmensidad de la antigua e imponente casa de los Sinn, apenas era posible distinguir los pasos de Elizabeth recorriendo los extensos corredores.
Los meses pasaron más rápido de lo que hubiera deseado ella. Ya eran las vacaciones de Pascua y, en breve, estarían graduándose y saliendo de Hogwarts, prestos a encarar la inseguridad que la vida fuera de los altos muros de la escuela traería.
El compromiso de ella y Maxwell continuaba fluyendo de forma tranquila y serena. Maxie parecía más dulce y cariñoso con la proximidad de la finalización del año escolar y, sospechaba ella, que él le propondría la fecha de la boda en breve. Con todo, para ella, era seguro que sólo se tornaría efectivamente la señora Sinn después del término del entrenamiento como auror. Su prometido tendría que comprender su decisión... esperaba que lo comprendiese.
Sin embargo, aunque creía que era feliz junto a Maxwell, vuelta y media las duras palabras proferidas por Sirius se repetían en el fondo de la mente de Elizabeth. Su férrea voluntad de mantener el compromiso flaqueaba en algunos momentos. Era como si la sombra de la duda la corroyese por dentro mientras trataba con todas sus fuerzas de ahogar esa sensación. Maxwell nunca le había dado ninguna razón para dudar de su integridad.
Fue precisamente para acallar definitivamente esas dudas que Betsy pensaba ser infundadas que decidió acompañar a Max a la casa de los Sinn en las vacaciones de Pascua, además de ser una forma de compensarlo por no haber viajado con él a Irlanda en las vacaciones de Navidad.
La joven hechicera sonrió serenamente. Por la hora que era, su cuñado y la esposa de éste ya se habrían retirado a sus aposentos. Justine y Henry siempre se recogían después de la cena y una o dos copas de jerez. No necesitaban preocuparse por hacer dormir a la pequeña Madeleine, ya que las sirvientas de la casa eran las responsables de cuidar a la niña. Max, mientras tanto, tenía el hábito de irse a la biblioteca, donde se quedaba leyendo hasta un poco más tarde. Betsy decidió salir de su propio cuarto y darle una sorpresa a su prometido y aprovechar un momento a solas con él, ya que las constantes actividades sociales de los Sinn mantenían la casa siempre llena de invitados, visitantes o criados.
Betsy se acercó sin titubeos a la puerta de la biblioteca. La abrió lentamente pero, en vez de ver a su prometido sentado en el amplio sillón con un libro en el regazo, lo que vio fue al moreno inclinado cerca de la chimenea mientras crepitaban unas llamas esmeraldas. En medio de ellas, se destacaba el rostro de Stanford Lecter.
—No entiendo cuál es la dificultad que estás teniendo, Stan. Te pedí que te quedaras en la escuela para que resuelvas algo tan simple para mí —decía Max, con una voz fría que Betsy nunca había escuchado antes—. Con tantos aprendices de mortífagos en Hogwarts, no me parece imposible que uno de ellos no esté de acuerdo en darle un susto a la sangre impura de Peterson. Tiene que ser ahora, ya que Betsy y yo estamos fuera por las vacaciones, así mi querida prometida no sospecharía de mí. Tú sabes que Peterson es el único verdadero impedimento para que mi control sea total sobre Elizabeth.
Los ojos esmeraldas de la joven se agrandaron del espanto. No podía creer lo que estaba oyendo. Era como si algo se rompiese en su interior. Más que decepción de Maxwell, estaba decepcionada consigo misma por haberse dejado influenciar por tanto tiempo.
—Entonces todo era verdad. ¡Todo el mundo trataba de advertirme de lo canalla que eres y yo siempre negándome a escuchar, siempre defendiéndote, siempre diciendo que era un perjuicio contra ti por ser de Slytherin!
El aludido se volvió de sopetón al notar a su prometida parada en el umbral de la puerta de la biblioteca. Lecter desapareció de las llamas esmeraldas, que retomaron el tono rojizo del fuego común.
—Betsy... no es lo que estás pensando, querida mía... —trató de enmendar Maxwell, con voz seductora y afable.
La joven lo miró de forma incisiva y seria.
—Escuché todo, no tienes cómo negarlo. Terminamos, nuestro compromiso terminó.
El heredero de los Sinn caminó con zancadas largas y fuertes hasta donde ella se encontraba y, cuando estuvo relativamente cerca, preguntó:
—¿Será que puedes repetirme lo que dijiste, Elizabeth?
—Exactamente lo que oíste. Estoy rompiendo nuestro compromiso. No quiero quedarme con una persona que me engaña y me miente, alguien que tiene la capacidad de amenazar la vida de alguien que me es querido.
Las facciones del rostro del muchacho se alteraron por completo en una mueca de odio. En un impulso sujetó a Elizabeth con fuerza de las muñecas.
—Soy un Sinn, ¿lo sabías? Nadie abandona a un Sinn. Nosotros tenemos lo que queremos cuando queremos. No creas que simplemente voy a dejar que te vayas sin más después de dos años moldeándote como una piedra preciosa para volverte la esposa perfecta para mí. ¡Eres mía, Betsy!
Finalmente la máscara cayó, la verdadera cara de Max se reveló. Con todo, Betsy no esperaba que fueran facciones tan horribles como las que tenía ante sí. ¿Cómo pudo ser ciega por tanto tiempo?
Las muñecas comenzaron a dolerle y podía sentir el cálido aliento de Maxwell cerca de su rostro. El aroma de la menta diabólica que él acostumbraba a masticar la dejó un poco atontada. Sin embargo, Betsy no tenía miedo, pero sí desprecio y rabia por el que había creído un día amar. Miró a Sinn con ojos afilados y fríos.
—¿Qué vas a hacer entonces, Max? ¿Tomarme a la fuerza? ¿Y después? ¿Vas a lanzarme un Obliviate para que olvide lo sucedido? O quién sabe si consigues un filtro de amor para que beba y continúe creyendo que te amo. No esperaba que fueras tan patético.
El moreno no respondió, sólo la miró, atónito. No esperaba esa reacción de Elizabeth. Los dedos se aflojaron involuntariamente. No, él no podría tenerla contra su voluntad porque nunca fue lo que quiso. Era el desafío de manipularla, tornarla su pequeña Pandora tal cual hizo Pigmalión, de moldearla a su voluntad, lo que hacía el juego interesante. El deseo de subyugar a una mujer tan altiva e independiente como Elizabeth era el verdadero premio, algo que trascendía la mera cuestión carnal. No había más que hacer. Había perdido el juego, tenía que ser un buen perdedor.
Al sentir las manos de su ex prometido aflojarse, la joven se soltó de Sinn. Se masajeó las muñecas, tratando de aliviar el dolor.
—Me marcho —dijo ella, seca.
Max levantó el rostro, mirándola de forma casi apática.
—¿A mitad de la noche? No hay nada afuera a no ser arbustos.
—Intentaré hacer que venga el autobús noctámbulo, siempre aparece... Y si no aparece, prefiero irme a pie a Hogwarts que permanecer un minuto más aquí. Voy a hacer el equipaje.
La heredera de los Black-Thorne salió impetuosamente por la puerta de la biblioteca, mientras Maxwell se dirigía hacia el sillón de lectura, dejándose caer pesadamente en él. No estaba acostumbrado a perder, pero, tenía que admitirlo, había subestimado demasiado al oponente que había elegido. Sin embargo, apenas se recuperase, ciertamente encontraría otro juego tan interesante como Elizabeth.





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CRÉDITOS

TRADUCCIÓN:Corina Frasier












Este blog es un fanfiction inspirado en los libros de Harry Potter. Nuestra historia comienza en los años 70, el tiempo de la primera guerra mágica. Nuestros personajes son originales, inspirados por el universo de JK Rowling.

NICHOLAS DANIEL JOHNSON


Escritor muggle de libros de fantasía y ficción. Sus padres, Richard y Mary, eran profesores de literatura inglesa, lo que tal vez haya influenciado a Nicholas en su elección profesional. Ambos murieron en un accidente de tráfico al regresar de una conferencia en una noche lluviosa, cuando Nicholas tenía doce años. Fue criado por su hermano mayor, Robert Johnson.


ELIZABETH ASTREA BLACK-THORNE JOHNSON


Heredera de una ultra tradicional y conservadora familia de magos, los Black-Thorne, Elizabeth nunca aprobó las ideas tradicionalistas de sus padres, siempre entrando en serios conflictos con ellos, especialmente con su madre, Marguerite. Cuando era estudiante perteneció a Gryffindor, hecho que generó una nueva desavenencia entre ella y su familia. Es alegre, valerosa e intrépida. Trata con igual simpatía a muggles, magos y mestizos. Es más, su mejor amiga, Marion Peterson, es hija de muggles. Cuando se graduó en Hogwarts decidió ser auror como su hermano Aldebarán, a quien mucho admira.


ALDEBARÁN AURELIUS BLACK-THORNE


Hijo primogénito de Pericles y Marguerite, Aldebarán siempre tuvo una personalidad introvertida. Raramente sonríe a no ser en presencia de su hermana menor, a quien le profesa un gran amor. No aprueba las ideas de sus padres sobre la pureza racial entre los magos y siempre trata con igual deferencia a muggles, magos y mestizos. Cuando estudiaba en Hogwarts perteneció a Ravenclaw. Es un hombre justo y valiente.


FRIDA WITOSLAWA GRYGIEL


Es una bruja de origen polaco y estudió en Durmstrang de joven. Se mudó a Inglaterra poco después de graduarse. Es una mujer elegante, educada y distinguida.


LUDOVIC SEDARIUS ERÍDANO BLACK-THORNE


Hijo del medio del matrimonio Black-Thorne, Ludovic siempre fue el preferido de sus padres exactamente por ser el único de la prole que aprobaba incondicionalmente las ideas paternas acerca de la purificación de la raza mágica. Perteneció a Slytherin cuando estudió en Hogwarts. Después de graduarse se hizo mortífago. Ludovic es uno de los más inescrupulosos, perversos y amorales siervos de Voldemort y uno de sus principales asesinos y torturadores.


ALEXANDER Y GABRIELA SINCLAIR


Gryffindor en los tiempos de Hogwarts, Alex era conocido por su coraje e integridad. Se volvió auror después de graduarse, pero por amor a su esposa abandonó el empleo y se volvió instructor de la Academia de Aurores. Es uno de los mejores amigos de Aldo.
Gabriela nació en Perú y se mudó a Inglaterra para trabajar con su hermano mayor. Muggle, siempre tuvo dificultades en aceptar y lidiar con el mundo mágico, pues iba en contra del temperamento racional que ella cultivó durante años. Es una mujer cariñosa pero de genio fuerte.


LUCY REINFIELD


Miembro de Hufflepuff en época del colegio, vio a sus padres ser asesinados por mortífagos cuando tenía once años de edad; escapó gracias a que estuvo escondida y su madre logró distraer a los siervos de Voldemort. Sin otros parientes vivos, Lucy pasó a estar bajo la tutela de Bartemius Crouch, amigo de largo tiempo de su padre y que terminó ocupando efectivamente el cargo que sería de Reinfield. Cuando se graduó en Hogwarts, Lucy trató de entrar a la Academia de Aurores, pero suspendió los exámenes físicos. Fue gracias al "tío Barty" que Lucy consiguió el puesto de secretaria en el Cuartel General de Aurores.


* Harry Potter, nombres, personajes, lugares y demás hechos relacionados son propiedad de J.K. Rowling, Warner Bros, Bloomsbury, Scholastic, etc.
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